En el caso de los productos Bag-in-Box®, la caja y la bolsa han de separarse fácilmente para su posterior reciclado. Si la caja y la bolsa se separan correctamente, cada componente puede reciclarse en su flujo correspondiente, lo que sitúa su tasa global de reciclabilidad en más del 90%.
Si los componentes no se separan correctamente, todo el envase se evaluará en función del flujo de reciclaje del material mayoritario -es decir, el cartón- donde la bolsa no puede reciclarse. En este caso, la tasa de reciclabilidad no superará el 75% y podría ser incluso más baja, en el caso de que se considere la bolsa de plástico perjudicial en el proceso de reciclaje de papel.
Para hacer frente a este reto, Smurfit Westrock ha desarrollado y patentado el diseño EasySplit Bag-in-Box®. Este diseño permite, según la compañía, separar mucho más fácilmente la caja y la bolsa, mejorando la reciclabilidad y garantizando el cumplimiento del reglamento.
En palabras de Massimiliano Bianchi, director ejecutivo de Smurfit Westrock Bag-in-Box, “la Comisión Europea decidirá la metodología en los próximos tres años, por lo que tenemos actuar con rapidez y presentar una solución viable al respecto. Con el EasySplit Bag-in-Box®, Smurfit Westrock lidera la búsqueda de soluciones para preparar a la industria del envasado de cara a la futura normativa, al tiempo que concienciamos a los consumidores y a las partes interesadas sobre la importancia de adoptar prácticas de reciclaje adecuadas. Smurfit Westrock sigue promoviendo cambios positivos y demostrando su compromiso con el medio ambiente”.
