A su juicio, el mercado vive, actualmente, una situación “artificial”, por lo que, “si todo el sector se tranquiliza, volveremos a recuperar unos precios que cubran los costes de producción para el agricultor y que sean asequibles para el consumidor”.
La organización agraria ha precisado que a finales del mes de noviembre de 2024, el aceite de oliva producido en la provincia de Málaga ascendía a 10.182 toneladas, de las que casi 7.800 t. se habían obtenido en las 41 cooperativas existentes, mientras que el resto, algo menos de 2.400 toneladas, estaban en poder de las 35 almazaras industriales, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
Una vez pasado diciembre, mes tradicional de máxima actividad en la recolección de la aceituna, Francisco Moscoso ha considerado que la producción habrá aumentado, pero no en unas cantidades que justifiquen el descenso del precio en origen. “Esta tendencia descendente no es lógica ni razonable, sobre todo por debajo del umbral de rentabilidad para los agricultores del olivar tradicional. No podemos competir con otro tipo de cultivo, cuyos costes de producción son mucho más bajos. Además, ¿cómo es posible que en Málaga, en Andalucía y en España, volvamos a hablar de bajadas de precio en origen cuando en otros países como en Italia se mantienen firmes y defienden una media de 6 euros?”, se ha preguntado.
“El consumidor es fiel, consume hasta con precios de 9 o 10 euros, como se ha demostrado en las dos pasadas campañas de comercialización. Las estadísticas confirman que el español es el mayor consumidor con 11 litros y medio por habitante y año. Después se situaría Italia, Grecia… Es decir, en España, como principales productores y consumidores, debemos marcar la tendencia del precio, por lo que hago un llamamiento a todo el sector para que defienda un precio justo y razonable para todos, tanto para los agricultores como para los consumidores”, ha resaltado.
Francisco Moscoso ha insistido en que la situación del mercado es “absolutamente incomprensible. La bajada injustificada del precio en origen demuestra que la fragmentación del sector y la especulación son los grandes males del aceite de oliva". Además, ha apuntado que "si todo el sector, si los agricultores y las cooperativas esperamos y tenemos paciencia, tengo muy claro que todo el aceite procedente del olivar tradicional se va a comercializar con valor, a precios justos para el productor y también para el consumidor”.
“Nos olvidamos de que el coste de producción ha aumentado, que todos los productos y la energía se han encarecido. Por lo tanto, no debería venderse un aceite de oliva virgen extra por debajo de 6 euros. Nosotros no vemos bien las situaciones que se han producido el año pasado, con el aceite a más de 10 euros, pero tampoco vemos razonable que esté a 4,2 euros, que es lo que marca actualmente el PoolRed, sobre todo teniendo en cuenta que nuestros costes de producción en el olivar tradicional se han disparado hasta los 4,7 euros, según el último informe de AEMO. No vemos bien ni una cosa ni la otra. No queremos que el consumidor pague tanto, pero tampoco queremos que el productor pierda dinero. Hablamos de conseguir un precio estable, sobre esos 6 euros, con el que todos estaríamos contentos. No queremos hacernos ricos, solo queremos rentabilidad en nuestras explotaciones para vivir dignamente de nuestro trabajo”, ha concluido.