El olivo y el AOVE son una constante
Mercacei Semanal 1.399
lunes 13 de enero de 2025, 13:45h
Decía la escritora vanguardista Anaïs Nin que “viajamos, algunos para siempre, en busca de otros estados, otras vidas, otras almas”. Olivatessen -cuyo número 11 acaba de salir- es ese viaje, esa aventura, esa forma de vivir otras vidas y dehabitar otras almas. El olivo ofrece esa ventana a un mundo mágico en el que sus formas se estiran como si nos hallásemos ante una simulación cuántica en un agujero de gusano que nos lleva hacia atrás y hacia adelante en el tiempo mientras él permanece como nuestra única constante. Este árbol ya servía a los romanos para marcar con sus raíces los territorios conquistados. “Olea primum ómnium arborem est”, murmuraban al plantarlo, como si fuese parte de una ceremonia íntima que les conectaba con la inmortalidad.