www.mercacei.com
El sector oleícola italiano apuesta por recuperar posiciones internacionales y activar una estrategia nacional única

El sector oleícola italiano apuesta por recuperar posiciones internacionales y activar una estrategia nacional única

miércoles 19 de febrero de 2025, 12:34h

Recuperar posiciones internacionales y activar una estrategia nacional única con visión de futuro y recursos. Este es el mensaje que transmitió ayer el sector del aceite de oliva de Italia en la conferencia organizada por Confagricoltura y Unapol en Roma bajo el título "Aceite de oliva: de la tradición al futuro. Perspectivas de la olivicultura italiana", que contó con la presencia de representantes de los actores de la cadena de valor y las instituciones.

En este encuentro se puso de manifiesto que la producción de aceite de oliva en Italia se encuentra en un “declive estructural” debido a las adversas condiciones climatológicas, a la fragmentación de la producción (el 40% de las empresas olivareras tienen menos de 2 hectáreas de olivar), la volatilidad de los precios y la rentabilidad. Según detallaron los organizadores, en los últimos 20 años el volumen de las aceitunas recolectadas ha disminuido más de un 30% y el del aceite de oliva más de un 38%, mientras que el descenso de la superficie se ha limitado al 3%, “una tendencia que hay que detener a toda costa”.

“El panorama italiano tiene luces y sombras y es necesario repensar la cadena productiva con inversiones concretas y sin dejar que prevalezca la visión ideológica”, afirmó el presidente de Confagricoltura, Massimiliano Giansanti. A su juicio, “si la empresa está orientada al mercado, se necesita una gran profesionalidad, porque de lo contrario Italia perderá esta partida. En el ámbito internacional, el 73% de la producción está en manos de cinco países: España, Turquía, Túnez, Grecia e Italia, último en este ranking. Otros países de la Cuenca Mediterránea han sabido crear políticas sectoriales específicas: Túnez, Marruecos, Egipto y Turquía están creciendo exponencialmente. No podemos permitirnos el lujo de quedarnos con los brazos cruzados y observar”.

Según explicaron, “lo que frena a Italia en la competición internacional son varios factores, empezando por una estrategia política sectorial fragmentada, con planes sectoriales territoriales que, si bien deben estar alineados con el próximo plan nacional, también tienen que aprovechar al máximo los recursos que se pondrán en marcha”.

Al respecto, el subsecretario del Ministerio de Agricultura, Patrizio la Pietra, anunció la próxima convocatoria de la Mesa del Aceite, para la cual "estamos trabajando en la definición de las líneas directrices, para que sea inmediatamente operativa, y en una única interprofesional que involucre a todos los actores de la cadena de suministro".

Asimismo, señalaron que el olivar italiano necesita ser renovado, ya que el 61% de las plantas tienen más de 50 años; el 49% tiene una densidad por hectárea inferior a 140 plantas; y sólo el 1,5% tiene más de 400 plantas por hectárea. “La imagen que surge es la de un olivar italiano antiguo y poco competitivo, que necesita ser reestructurado”, aseveraron.

Por ello, en su opinión, “es necesario aumentar la productividad, hacer económicamente sostenible la gestión del olivar y al mismo tiempo impulsar acciones de renovación de las plantas de producción con modelos modernos que permitan aumentar la capacidad competitiva, como por ejemplo implantar olivares de alta densidad sin perjuicio de la variedad”.

Por último, apostaron por la formación y valorización del producto, comenzando por las escuelas y la restauración. “El aceite de oliva italiano no está suficientemente valorado por los consumidores, que en sus decisiones de compra corren el riesgo de confiar exclusivamente en el factor precio”, afirmaron.

“Hoy reafirmamos nuestro compromiso de fortalecer la colaboración con Confagricoltura”, afirmó Tommaso Loiodice, presidente de Unapol, quien defendió “la importancia de unir fuerzas para abordar las cuestiones críticas del sector del aceite de oliva”. En su opinión, “la excesiva fragmentación de las empresas y la necesidad de garantizar un valor justo para el aceite de oliva virgen extra italiano son desafíos que requieren visión y cooperación. La formación, la innovación y la adaptación a las nuevas tecnologías son las claves para dar impulso a un sector histórico, pero necesitado de renovación. Juntos, Unapol y Confagricoltura pueden ofrecer respuestas concretas para el futuro de la olivicultura italiana”.

“La olivicultura no es sólo un sector agrícola, sino un pilar estratégico para todo el país, con importantes repercusiones no sólo en la economía rural, sino también en la salud pública, el turismo y la formación. Por ello, es esencial un diálogo sinérgico entre los distintos ministerios para que se reconozca el valor transversal de este sector y se adopten políticas adecuadas para potenciar su papel tanto a nivel nacional como internacional”, añadió.

Los organizadores aseguraron que “el mercado mundial, en definitiva, ofrece espacios importantes para los aceites de oliva, y el know-how italiano unido a las capacidades y a la calidad del producto confiere a Italia una ventaja competitiva que sin duda debemos aprovechar sin demora”.