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La empresa jiennense consolida su primacía en el sector productor con una facturación superior a los 150 millones de euros en 2017 y una comercialización cercana a los 40 millones de kilos de aceite a granel. La oleícola pretende continuar su expansión internacional con la venta de aceite envasado en terceros países.

Según datos de la empresa, Deoleo redujo sus pérdidas un 90% en 2017, alcanzando prácticamente el punto de equilibrio en el resultado de explotación. La compañía achaca a los altos precios del aceite de oliva y la evolución del tipo de cambio euro/dólar el lastre de su EBITDA, que cayó un 32%.

AgroBank, la línea de negocio de CaixaBank especializada en el sector agrario y en la industria agroalimentaria, cumple su tercer aniversario con un volumen de negocio gestionado próximo a los 18.000 millones de euros, lo que se traduce en un incremento del 25,5% desde su lanzamiento en septiembre de 2014.

El Grupo Stihl ha superado sus expectativas con cifras récord de facturación entre enero y agosto de 2017 con 2.700 millones de euros, un 11,9% más respecto al mismo periodo del año anterior.

Deoleo ha reducido sus pérdidas un 80% en los nueve primeros meses del año, hasta los 5,4 millones de euros, frente al resultado negativo de 26,9 millones en septiembre de 2016.

La cifra de ventas registrada por Vidrala durante los seis primeros meses de 2017 ascendió a 400,5 millones de euros, lo que supone un incremento del 2% respecto al mismo período del año anterior; mientras que en divisa constante, el crecimiento orgánico fue de un 5,9%.

Deoleo ha registrado un resultado negativo de 7,6 millones de euros durante el primer trimestre de 2017, frente a las pérdidas de 9,9 millones del mismo periodo del año anterior, lo que supone una mejora del 23,5%, según informó la empresa en un comunicado.

Deoleo obtuvo un resultado neto negativo en 179 millones de euros a cierre del ejercicio 2016, unas pérdidas que, a su juicio, han sido originadas por la decisión del Consejo de Administración de registrar un deterioro de los activos por valor de 96,3 millones de euros para adecuar el balance a la situación actual de la compañía y para asentar el desarrollo futuro del grupo sobre una base sólida. Además, según la empresa, el inesperado cambio en la normativa fiscal que se produjo en diciembre del pasado año ha tenido un impacto de 53,3 millones de euros, lo que la ha llevado a incurrir en causa de disolución.